lunes, 17 de junio de 2013

MODELISMO: El drakkar de la Revell 1:50



Estamos en plena carrera armamentística de partidas al Mordnarok; Y si bien las bandas van viento en popa* en lo referente a escenografía del S.X y X.I andamos cortos por lo que también nos hemos puesto manos a la obra.
Primero le toco el turno a la fortaleza normanda motta (ver articulos: Construyendo una motta y ataque vikingo a una motta) Ahora le toca el turno a el elemento más característico de las bandas vikingas, el drakkar.
En principio estuve muy tentado de hacer la miniatura de cero a partir de masilla Super sculpey Living Doll pero gracias a los foreros de La Armada me enteré que ya había maquetas en escala 1:50, es decir los 28-25mm de las figuras. Por lo que decidí comparar precios, tras una rápida navegación por la red me decante por la maqueta que aquí presento.
Me salió por 30€ en la tienda de Manresa (Ciudad de la provincia de Barcelona) me la trajeron fisicamente, tardó un poco, por lo visto no hay mucha demanda del producto y no estaba en el stock del distribuidor oficial. A efectos prácticos me daba igual ya que la construcción del drakkar estaba en la parte baja de mi lista. Podía esperar. Finalmente fui a buscar la maqueta gracias a las insistentes llamadas que me hizo el dependiente, supongo que no tenía mucho interés en quedarse con una caja en principio rara para los maquetistas, tanto por la escala como por el tipo de maqueta náutica que representa.

CARACTERÍSTICAS
La maqueta está hecha de plástico rígido color caoba y según la descripción de la caja es de dificultat media. A excepción de alguna rebaba es una maqueta bien acabada y con un buen registro de los moldes, las partes están repartidas en en tres grandes matrices. El montaje de las mismas recuerda más a un tanque de Warhammer 40k que a una maqueta pues se podría montar perfectamente en una tarde.
¡Agghh! Mis ojos un vikingo con cuernos.
Ahora bien el modelo tiene sus peros: Los mascarones de popa y proa, especialmente horroroso este último. Parecen sacados del cómic de Ásterix. En el montaje final los he dejado sin pegar por tres motivos. El primero por lo antes comentado, y el segundo en previsión de esculpir unos nuevos (a ver que sale) como tercera causa por una cuestión historiográfica; tanto normandos como sajones no ponían mascarones al estilo vikingo así pues dejó la posibilidad de que la nave cambie de nacionalidad y quien sabe quizás algún día cruce el canal bajo las ódenes del duque Guillermo.

EL DILEMA DE LA VELA
Este ha sido mi gran dilema. En principio tenía la intención de acabar el drakkar con su característica vela cuadrada pero lo cierto es que para jugar es un engorro, ya que las minis no entran bien, calcular distancias y contactos se combierte en un acto de fe dentro de la nave. Por otro lado también era consciente que los vikingos bajo ningún concepto luchaban con la vela desplegada, todas las maniobras de combate se hacían a golpe de remo. Así que sacrifiqué la espectacularidad de una vela desplegada en arras del realismo histórico y la practicidad lúdica. Otra nota discordante, por no decir chirriante es la enorme calca de la vela; os recomiendo encarecidamente que se la regaléis a algún sobrino hevy que tengáis manía para que la enganche en su capeta del insti porque es otra de las aberraciones de la pieza junto con los mascarones; ¡Por los dioses del metal blanco es la cara de un vikingo con cuernos! Un cliché tan bizarro como desacertado, una gran metedura de pata. Como curiosidad al mirar la imagen de la maqueta montada y pintada que aparece como ejemplo vemos que el maquetista a ignorado la calca, un aplauso por este señor y su sentido común.
Al desechar la vela por no estar plegada y para imitar el tejido de la tela he utilizado papel tisú (tipo Cleenex) endurecido con cianocrilato (superglue 3) al contacto con el pegamento se cristaliza y endurece en pocos segundos, así que hay que darle forma rápidamente para que de aspecto de tela pesada; después fue imprimada y pintada con el resto de la nave. Aquí tengo otra queja de la maqueta ya que no hay posibilidad de montar la vela plegada, es más, la verga (palo transversal que soporta el velamen) entra fatal en los soportes de la parte baja de la nave son los tres palos en forma de T que se utilizaban para soportar la berga arriada o montar el vivaque en medio del drakkar, así que hice malavarismos varios para que quedase satisfactoriamente la verga con su vela arriada.

LA PEANA PARA EL DRAKKAR
Pese a que la maqueta esta enfocada a las miniaturas de wargames, la escala 1:50 no es muy habitual modelismo generalmente se usa 1:72 que suponen 20mm y 1:35 minis de 45mm. Los fabricantes han descuidado un poco el aspecto del soporte o peana y han optado por una presentación tradicional. Es decir, la miniatura presenta una clásica peana de miniaturas náuticas: dos barras donde se sustentará elevada la miniatura con su placa descriptiva "Viking Drakkar C.900 a.D". Total que para wargames no nos sirve y seguro que en foros de maquetistas se quejaran por la inusual escala y por la sencillez del montaje o por la simplicidad de la peana (a saber) Conclusión, una opción intermedia que no se yo si convencerá a nadie.
Mis chicos subidos con la peana original que viene en la caja.

Papel tisú con cola blanca y pintado de azul

Así pues la peana como modelista para wargames me supuso un reto: La primera idea implicaba cortar o lijar toda la nave hasta casi la línea de flotación para luego hacer una peana a imitación del mar y dejar fijada la nave entre las aguas. Pero enseguida la descarté ya que me impediría sacar la nave a dique seco y utilizarla en tierra como elemento de escenografía (es uno de los escenarios de juego "Robo del drakkar") Así la peana tubo
Mano de betún de Judea; con amor.
que disimular mediante el oleaje la altura de la nave y dejar fijos en el agua los remos permitiendo a la vez que la nave pueda ser sacada de la peana y puesta a dique seco. No obstante rebaje bastante la quilla para que se acomodase mejor en la peana y también me vi obligado a cortar el la pala del timón pues elevaba la popa en exceso.
Últimos retoques con acrílicos Vallejo.
El oleaje se hizo con capas de papel tisú endurecido con una solución de agua y cola blanca, con especial cuidado de no fijar el pegamento al casco. Hice dos peanas para dejar fijos los remos con lo que al colocar el drakkar parece que tiene los remos en el agua y a la vez se puedan retirar si hay un hipotético abordaje. Lo siento no hice fotos ;( 

PINTADO Y DETALLES
El pintado no tiene secretos, si tuviese aerógrafo no me lo hubiese ni planteado pero como no tengo ninguno y no quiero ir persiguiendo a nadie, me fui a la tienda de Manresa y escogí un spay mate de la Tamiya color madera, ref. TS-1 muy similar al que color del plástico base.
Antes de pintar la nave realice pruebas de flotación para deleite de mi hijo Eneas; estos ensayos náuticos responden a la necesidad de limpiar bien la pieza con jabón ya que las maquetas de plástico suelen utilizar fuertes productos químicos como desmoldantes que dificultan la fijación de la pintura sobre su superficie. Así pues la "serpiente gorda**" realizó su primera travesía en el lava manos del cuarto de baño con dos pinzas de hierro como lastre, por cierto navega estupendamente es perfectamente posible hacer de la maqueta un barco que navegué, solo habría que poner lastre en el interior del casco bajo la cubierta y sería suficiente para que funcionase. Otra demostración de lo bien que hacían barcos los nórdicos paganos.
Las pinzas no tocan el fondo ¡Navega de verdad!
Lo cierto es que tenía que haber dejado sin pegar la vela ya que existía el riesgo de que el papel no estuviese suficientemente cristalizado y se estropease durante la navegación inaugural  hubo buenos vientos rolando a 0,0001 nudos y la operación "baño de la gorda" fue un éxito. Una vez limpia y bien seca (lo más difícil porque siempre queda alguna maldita gota en el interior) procedí a pintarla. Después del secado añadí un sombreado con betún de Judea y un aclarado de trementina; las luces a golpe de brocha seca con pintura acrílica Vallejo. Los sesenta y cuatro escudos fueron pintados con motivos simples ya que opiné que algunas maravillosas calcas quedarían mejor en los escudos de mis miniaturas.

OPERACIÓN NUDO LOCO
Entonces llego el drama: los malditos cabos. Para un disléxico ya es complicado atarse los zapatos no os explico lo que ha sido intentar poner los cabos correctamente, sangre, sudor y lágrimas. (sangre porque me corté con el cuter, el sudor porque en Junio empezó el pegajoso verano Mediterráneo y las lágrimas porque el cianocrilato en contacto con el papel de la vela desprendía gases que me hacía llorar por irritación de las mucosas nasales; lo dicho un drama). También estaba el tema de poner cabos, sí, pero sin perder el Norte respecto a que se trata de una figura para jugar a wargames no para exponer. Así pues busqué el equilibrio entre la cantidad de aparejo y la posibilidad de mover las minis por la cubierta de la serpiente gorda.

CONCLUSIÓN
Visto en perspectiva a sido una experiencia en general gratificante, todavía tengo pesadillas con la maldita calca de la vela, pero por lo demás estoy satisfecho. Ahora me queda ponerme con sendos mascarones para ver si soy capaz de hacer algo decente, pero eso será otra historia.




¡Lo encontré! de aquí sacaron la idea para el horrible mascarón de proa.











*Ya que se trata de hacer un barco pues vamos con las alegorías náuticas.


**El nombre se lo puso Eneas, así que se a quedado con ese nombre; tengo que buscar como se dice en danés serpiente gorda.

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