Primero
le toco el turno a la fortaleza normanda motta (ver articulos: Construyendo una motta y ataque vikingo a una motta) Ahora le toca el turno a el elemento más característico de
las bandas vikingas, el drakkar.
En
principio estuve muy tentado de hacer la miniatura de cero a partir de
masilla Super sculpey Living Doll pero
gracias a los foreros de La Armada me
enteré que ya había maquetas en escala 1:50, es decir los 28-25mm
de las figuras. Por lo que decidí comparar precios, tras una rápida
navegación por la red me decante por la maqueta que aquí presento.
Me
salió por 30€ en la tienda de Manresa (Ciudad de la provincia de
Barcelona) me la trajeron fisicamente, tardó un poco, por lo visto
no hay mucha demanda del producto y no estaba en el stock del
distribuidor oficial. A efectos prácticos me daba igual ya que la
construcción del drakkar estaba en la parte baja de mi lista. Podía
esperar. Finalmente fui a buscar la maqueta gracias a las
insistentes llamadas que me hizo el dependiente, supongo que no tenía
mucho interés en quedarse con una caja en principio rara para los
maquetistas, tanto por la escala como por el tipo de maqueta náutica
que representa.
CARACTERÍSTICAS
La
maqueta está hecha de plástico rígido color caoba y según la
descripción de la caja es de dificultat media. A excepción de
alguna rebaba es una maqueta bien acabada y con un buen registro de
los moldes, las partes están repartidas en en tres grandes matrices.
El montaje de las mismas recuerda más a un tanque de Warhammer 40k
que a una maqueta pues se podría montar perfectamente en una tarde.
¡Agghh! Mis ojos un vikingo con cuernos. |
Ahora
bien el modelo tiene sus peros: Los mascarones de popa y proa,
especialmente horroroso este último. Parecen sacados del cómic de
Ásterix. En el montaje final los he dejado sin pegar por tres
motivos. El primero por lo antes comentado, y el segundo en previsión
de esculpir unos nuevos (a ver que sale) como tercera causa por una
cuestión historiográfica; tanto normandos como sajones no ponían
mascarones al estilo vikingo así pues dejó la posibilidad de que la
nave cambie de nacionalidad y quien sabe quizás algún día cruce el
canal bajo las ódenes del duque Guillermo.
EL
DILEMA DE LA VELA
Este
ha sido mi gran dilema. En principio tenía la intención de acabar
el drakkar con su característica vela cuadrada pero lo cierto es que
para jugar es un engorro, ya que las minis no entran bien, calcular
distancias y contactos se combierte en un acto de fe dentro de la
nave. Por otro lado también era consciente que los vikingos bajo
ningún concepto luchaban con la vela desplegada, todas las maniobras
de combate se hacían a golpe de remo. Así que sacrifiqué la
espectacularidad de una vela desplegada en arras del realismo
histórico y la practicidad lúdica. Otra nota discordante, por no
decir chirriante es la enorme calca de la vela; os recomiendo
encarecidamente que se la regaléis a algún sobrino hevy que tengáis manía para que la enganche en su capeta del insti porque es otra de
las aberraciones de la pieza junto con los mascarones; ¡Por los
dioses del metal blanco es la cara de un vikingo con cuernos! Un
cliché tan bizarro como desacertado, una gran metedura de pata. Como
curiosidad al mirar la imagen de la maqueta montada y pintada que
aparece como ejemplo vemos que el maquetista a ignorado la calca, un
aplauso por este señor y su sentido común.
Al
desechar la vela por no estar plegada y para imitar el tejido de la
tela he utilizado papel tisú (tipo Cleenex) endurecido con
cianocrilato (superglue 3) al contacto con el pegamento se cristaliza
y endurece en pocos segundos, así que hay que darle forma rápidamente para que de aspecto de tela pesada; después fue
imprimada y pintada con el resto de la nave. Aquí tengo otra queja
de la maqueta ya que no hay posibilidad de montar la vela plegada, es
más, la verga (palo transversal que soporta el velamen) entra fatal
en los soportes de la parte baja de la nave son los tres palos en
forma de T que se utilizaban para soportar la berga arriada o montar
el vivaque en medio del drakkar, así que hice malavarismos varios
para que quedase satisfactoriamente la verga con su vela arriada.
LA
PEANA PARA EL DRAKKAR
Pese
a que la maqueta esta enfocada a las miniaturas de wargames, la
escala 1:50 no es muy habitual modelismo generalmente se usa 1:72 que
suponen 20mm y 1:35 minis de 45mm. Los fabricantes han descuidado un
poco el aspecto del soporte o peana y han optado por una presentación
tradicional. Es decir, la miniatura presenta una clásica peana de
miniaturas náuticas: dos barras donde se sustentará elevada la
miniatura con su placa descriptiva "Viking Drakkar C.900 a.D".
Total que para wargames no nos sirve y seguro que en foros de
maquetistas se quejaran por la inusual escala y por la sencillez del
montaje o por la simplicidad de la peana (a saber) Conclusión, una
opción intermedia que no se yo si convencerá a nadie.
Mis chicos subidos con la peana original que viene en la caja. |
Papel tisú con cola blanca y pintado de azul |
Así
pues la peana como modelista para wargames me supuso un reto: La
primera idea implicaba cortar o lijar toda la nave hasta casi la
línea de flotación para luego hacer una peana a imitación del mar
y dejar fijada la nave entre las aguas. Pero enseguida la descarté
ya que me impediría sacar la nave a dique seco y utilizarla en
tierra como elemento de escenografía (es uno de los escenarios de
juego "Robo del drakkar") Así la peana tubo
que disimular
mediante el oleaje la altura de la nave y dejar fijos en el agua los
remos permitiendo a la vez que la nave pueda ser sacada de la peana y
puesta a dique seco. No obstante rebaje bastante la quilla para que
se acomodase mejor en la peana y también me vi obligado a cortar el
la pala del timón pues elevaba la popa en exceso.
Mano de betún de Judea; con amor. |
Últimos retoques con acrílicos Vallejo. |
El
oleaje se hizo con capas de papel tisú endurecido con una solución
de agua y cola blanca, con especial cuidado de no fijar el pegamento
al casco. Hice dos peanas para dejar fijos los remos con lo que al
colocar el drakkar parece que tiene los remos en el agua y a la vez
se puedan retirar si hay un hipotético abordaje. Lo siento no hice fotos ;(
PINTADO
Y DETALLES
El
pintado no tiene secretos, si tuviese aerógrafo no me lo hubiese ni
planteado pero como no tengo ninguno y no quiero ir persiguiendo a
nadie, me fui a la tienda de Manresa y escogí un spay mate de la
Tamiya color madera, ref. TS-1 muy similar al que color del plástico
base.
Antes
de pintar la nave realice pruebas de flotación para deleite de mi
hijo Eneas; estos ensayos náuticos responden a la necesidad de
limpiar bien la pieza con jabón ya que las maquetas de plástico
suelen utilizar fuertes productos químicos como desmoldantes que
dificultan la fijación de la pintura sobre su superficie. Así pues
la "serpiente gorda**" realizó su primera travesía en el
lava manos del cuarto de baño con dos pinzas de hierro como lastre,
por cierto navega estupendamente es perfectamente posible hacer de la
maqueta un barco que navegué, solo habría que poner lastre en el
interior del casco bajo la cubierta y sería suficiente para que
funcionase. Otra demostración de lo bien que hacían barcos los
nórdicos paganos.
Las pinzas no tocan el fondo ¡Navega de verdad! |
Lo
cierto es que tenía que haber dejado sin pegar la vela ya que
existía el riesgo de que el papel no estuviese suficientemente
cristalizado y se estropease durante la navegación inaugural hubo
buenos vientos rolando a 0,0001 nudos y la operación "baño de
la gorda" fue un éxito. Una vez limpia y bien seca (lo más
difícil porque siempre queda alguna maldita gota en el interior)
procedí a pintarla. Después del secado añadí un sombreado con
betún de Judea y un aclarado de trementina; las luces a golpe de
brocha seca con pintura acrílica Vallejo. Los sesenta y cuatro
escudos fueron pintados con motivos simples ya que opiné que
algunas maravillosas calcas quedarían mejor en los escudos de mis
miniaturas.
OPERACIÓN
NUDO LOCO
Entonces
llego el drama: los malditos cabos. Para un disléxico ya es
complicado atarse los zapatos no os explico lo que ha sido intentar
poner los cabos correctamente, sangre, sudor y lágrimas. (sangre
porque me corté con el cuter, el sudor porque en Junio empezó el
pegajoso verano Mediterráneo y las lágrimas porque el cianocrilato
en contacto con el papel de la vela desprendía gases que me hacía
llorar por irritación de las mucosas nasales; lo dicho un drama).
También estaba el tema de poner cabos, sí, pero sin perder el Norte
respecto a que se trata de una figura para jugar a wargames no para
exponer. Así pues busqué el equilibrio entre la cantidad de aparejo
y la posibilidad de mover las minis por la cubierta de la serpiente
gorda.
CONCLUSIÓN
Visto
en perspectiva a sido una experiencia en general gratificante,
todavía tengo pesadillas con la maldita calca de la vela, pero por
lo demás estoy satisfecho. Ahora me queda ponerme con sendos
mascarones para ver si soy capaz de hacer algo decente, pero eso será
otra historia.
¡Lo encontré! de aquí sacaron la idea para el horrible mascarón de proa.
*Ya
que se trata de hacer un barco pues vamos con las alegorías
náuticas.
**El
nombre se lo puso Eneas, así que se a quedado con ese nombre; tengo
que buscar como se dice en danés serpiente gorda.
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