Durante la última partida de
nuestra campaña el jugador macedonio (Alberto) me confesó que no
conocía los diferentes tipos de planteamientos de batalla a nivel
táctico, por lo que me dio la idea de escribir este artículo.
Lo tratado a continuación revisa
las formas más comunes de despliegue y planteamiento de batalla, hay
que tener en cuenta que los despliegues descritos no son en absoluto
una garantía de victoria, pues son muchos los factores que
intervienen durante la partida, no se ha tenido en cuenta en la
mayoría de casos los elementos de escenografía o las
características de algunos ejércitos que podrían desbaratar la
eficacia del mismo.
Pese a la simplicidad y el carácter
divulgativo de este artículo puedo afirmar que todos ellos son
verídicos, por lo que en algún momento de la historia han sido
utilizados, eso sí, también he sido cobaya y los he testeado en
partidas de Impetvs con mayor o menor fortuna, y por supuesto son
aplicables a cualquier reglamento.
ORDEN EN TENAZA
Este despliegue es técnicamente el
más sencillo de aplicar y tuvo gran difusión durante las guerras
del mundo clásico como por ejemplo en las guerras púnicas, Aníbal
Barca el archiconocido general cartaginés la utilizó de forma
magistral en la batalla de Cannas 216 a.C. y durante la Edad Media
destacando la maestría en su uso por parte de Gengis Khan y sus
mongoles en la batalla del Indo en 1221.
Se presenta de la siguiente manera:
Se divide el ejército en tres cuerpos, en el centro se colocan las
unidades de infantería o tropas más ligeras y a ambos lados
(ligeramente rezagados) las alas, desplegaremos la caballería o
otras unidades con alta capacidad de choque.
Cuando el enemigo avanza hacia
nuestro centro las alas se mueven rápidamente hasta superar la línea
enemiga con el fin de cerrar la tenaza sobre el enemigo que queda
rodeado por nuestra fuerza y atacado por los flancos.
Para poder realizar el orden en
tenaza tenemos dos opciones: Por un lado organizar un ejército
numeroso, lo cual baja la calidad de las tropas o formar un ejército
en una línea muy fina para poder efectuar dicho envolvimiento, ambos
métodos tienen sus pros y contras, aunque en lo fundamental este
despliegue requiere principalmente mantener al ejército enemigo en
el interior de la tenaza ya que las unidades que no hallan sido
envueltas pueden arremeter contra nuestra débil retaguardia.
El primer esquema es una tenaza, el segundo corresponde a una punta de lanza y el tercero es un orden escalonado |
ORDEN OBLICUO O EL YUNQUE Y EL
MARTILLO
Consagrado por el famoso Federico el
grande y aplicado magistralmente en la batalla de Leuthen 1757,
aunque fue mucho antes cuando el divino Alejandro Magno, por poner
otro ejemplo, la aplicó en el Gránico 334 a.C en una variante
similar bautizada como yunque y martillo. También es apto
para fuerzas de pequeño tamaño o de periodos anteriores al monarca
macedónico, de hecho, los griegos practicaban una forma adaptada de
este despliegue.
La ejecución del mismo se realiza
de la siguiente manera: En una de las alas del ejército, es
indiferente cual (para los helenos el ala derecha era la honorífica
y por tanto la más fuerte) se coloca las unidades más duras en un
orden muy agresivo.
Estas tropas de categoría superior
y altamente agresivas rápidamente se lanzan a desmantelar el flanco
enemigo que tienen enfrente, barriéndolo desde el exterior hacia el
interior intentando atacar la retaguardia o el flanco, mientras el
resto del ejército desplegará de forma escalonada, ligeramente
retrasado y disparará o combatirá con la única intención de
retener al grueso de nuestro enemigo, mientras como se a dicho, es
desbordado por uno de sus flancos y atacado por su retaguardia por lo
más selecto de nuestra fuerza.
Como flaqueza si nuestras unidades
atacantes se demoran en exceso o se encuentran con un número
demasiado elevado de tropas especialmente defensivas, la oblicua
corre el riesgo de ser desbaratada. A titulo personal he constatado
que es una táctica especialmente rápida tanto en la victoria como
en la derrota, pues en los primeros compases de la contienda podemos
dilucidar si esta funcionará. Personalmente creo que el problema
estriba en que una vez desplegado el ejército es muy complicado
rehacer el frente, hay que seguir el plan con determinación porque
si dudamos o nos demoramos nuestro enemigo aprovechará para atacar.
ORDEN DE PUNTA DE LANZA
Este despliegue es eminentemente
ofensivo centra su potencial en quebrar el frente enemigo justo en el
centro los romanos republicanos apodaban este despliegue como morro
de cerdo. Y como muestra de esta táctica fue la batalla de Pavia en
1525 o Murten en 1476.
La disposición es la siguiente: Se
coloca en el centro una o más Us grandes de elite con un gran
potencial ofensivo cuya función es partir la línea enemiga por el
centro, una vez rota se ataca la parte posterior de las unidades
adyacentes, mientras el resto del ejército compuesto por Us ligeras
o de tiradores hostigan al enemigo.
Este orden de batalla es apto contra
enemigos con escasez de movilidad y sobretodo de armas de disparo,
aunque el principal inconveniente es que la fuerza de choque sufra
más bajas de las debidas antes del cuerpo a cuerpo, como ocurre con
el orden oblicuo o no sean capaces de romper el frente y desbordarlo.
ORDEN ESCALONADO
Usado masivamente por las legiones
de roma con el nombre de triples acies, este despliegue esta
pensado fundamentalmente para las tropas de infantería; El máximo
exponente lo llevó acabo el genial Lucio Cornelio Escipión en la
batalla de Zama en el año202 a.C en la que se ganó el sobrenombre
“el Africano”.
El ejército despliega en varias
líneas de frente consecutivas, si es al estilo latino tres
concretamente, la caballería, se coloca en las alas, dedicada a la
función de evitar el envolvimiento. En sí el orden escalonado
despliega igual que el clásico con la salvedad de que la impronta
del ataque lo lleva la infantería en el centro, la caballería por
el contrario está exclusivamente para apoyar y generalmente actuará
en los últimos compases de la batalla. Las sucesivas líneas de
infantería se colocan en formación de bloque, primero las unidades
de tiradores u hostigadores y tras ellos otras equipadas de forma más
pesada y de mayor clase. Este es un orden divertido de aplicar pues
la batalla tiende a alargarse a medida que las sucesivas líneas van
entrando en combate. Los problemas vienen cuando nuestro enemigo es
especialmente escurridizo o se dedica a actuar tan solo en un sector
del frente, debido a nuestra escasa movilidad no somos capaces de
contrarrestar este problema y en caso de hacerlo podemos dejar un
flanco visible a una demoledora y rápida carga de caballería.
ORDEN MIXTO
Sin duda el despliegue más
utilizado por todos los wargamers de historia antigua. En el
campo de lo verídico nunca fue utilizado de forma masiva o por lo
menos no se describen, un caso posiblemente sea la desigual batalla
de Agincourt en 1415 aunque los historiadores no se ponen de acuerdo
respecto al despliegue; lo cierto es que si el despliegue inglés fue
en orden mixto lo fue por una cuestión desesperada. Así pues este
orden se efectúa principalmente por ejércitos de pequeño tamaño y
generalmente en el marco de las guerras feudales o de la Alta edad
media.
El orden mixto como la ensalada
tiene su mayor virtud en la mezcla, en un orden indeterminado o
salteado, es decir se va colocando las diferentes unidades, una al
costado de la otra para apoyarse y tras estas generalmente las
unidades más fuertes. Es un despliegue bastante intuitivo. He
constatado que la gran mayoría de los novatos en su primera partida
lo hacen así. No por ello deja de ser útil y eficaz, no es tan
vistoso como la oblicua o la punta de lanza en la que el táctico
corre un riesgo al desplegar, sino más bien la batalla se resuelve
tácticamente a medida se va sucediendo el juego. En algunas
ocasiones puede conllevar un frente difuso en que las unidades chocan
las unas con las otras apoyadas por sus compañeras y a medida que
van eliminando unidades enemigas corren a por otra.
ORDEN DISPERSO
Conocido también como orden de
desgaste y empleado por ejércitos compuestos principalmente por
unidades de hostigadores y tiradores, tuvieron su mayor expresión en
las huestes orientales de turcos, tártaros, hunos pero también por
iberos, numídas o partos. Aunque su eficacia en el juego esta más
que contrastada provoca un frente en el mejor de los casos difuso. La
táctica consiste principalmente en negar el mismo frente, hostigar a
nuestro enemigo con infinidad de unidades que van realizando cargas
breves, evitando el choque y acosando incesantemente con disparos
todo casi al unísono, como es lógico esto se logra con una gran
capacidad maniobrera y evitando resultar encerrados en una tenaza o
un choque cuerpo a cuerpo en el que seguro nuestro rival tendrá las
de ganar, así pues el choque final se guarda para los últimos
compases de la batalla.
ORDEN EN POSICIONES PREPARADAS
Si el orden disperso es el más
móvil el de posiciones preparadas es sin duda el más estático,
utilizado por cualquier ejército sin demasiada capacidad de
movimiento y especialmente aquellas fuerzas que posean armas de
distancia. Los husitas de Zizka eran maestros en este tipo de
despliegues gracias a sus carromatos con armas de tiro a modo de
fortaleza móvil como demostraron en la batalla de Hörice en 1422.
También generales más agresivos como Oda Nobunaga en Nagashino en
1475 que aplicó esta táctica contra el asalto de la caballería del
clan Takeda y Gonzalo de Córdoba “El Gran Capitán” que demostró
su eficacia en Ceriñola 1503; Aunque no es seguro de victoria como
nos enseñaron los suizos en Murten en 1476.
La táctica es bien sencilla: Echar
raíces y agarrarse al terreno. Situando en nuestra línea de frente
una pantalla protectora ya sea artificial, como carros, estacas y
trincheras, entre otras muchas opciones; o naturales como accidentes
del terreno, estado fangoso del suelo, un río, una fuerte pendiente
jalonada de pedruscos; lo que sea con tal de ralentizar el avance
enemigo y desordenar sus filas antes del contacto. Es decir se busca
la posición más defendible posible, el resto del ejército
preparado para el choque se sitúa en reserva y espera hasta que el
enemigo haya sido desgastado o este a distancia de carga, si son
ambas cosas mejor.
El principal problema radica en que
el enemigo cuente con más potencia de disparo o que lo pueda hacer
desde más lejos, lo cual es un inconveniente ya que nos obligaría a
movernos de nuestras cómodas posiciones, también puede ser
problemática una caballería especialmente potente a la carga,
aunque esto se puede contra restar con una masificación de fuego
sobre esta a fin de eliminarla cuanto antes.
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