jueves, 9 de mayo de 2013

TRIPLEX ACIES III: Los estados sucesores (2ª parte)


Desde el comienzo del periodo helenístico las tácticas y los despliegues se fueron modificando según la situación táctica de cada batalla. El despliegue clásico, en las guerras del peloponeso, consistía en un choque de la línea de batalla al completo, este método continuó durante el mando de Filipo II y en las primeras campañas de Alejandro, pero sobretodo en sus últimas batallas y especialmente en el inició del periodo de los sucesores se fue haciendo hincapié en la táctica oblicua “Yunque & martillo” en la que cada vez cobró más importancia la articulación adecuada de los diferentes tipos de tropas en detrimento de los falangitas como única fuerza decisoria, así pues el peso del ataque lo llevaba el ala mientras el centro tomaba un papel de contención y no tan agresivo como en tiempos de Filipo II. Esto a nivel de juego se traduce en múltiples posibilidades.

Personalmente considero que es uno de los mejores periodos de la historia para desarrollar partidas con Impetvs.

       

Descripción de tropas: Caballería y otras tropas.

 

Hippotoxotai

Los hippotoxotai o "arqueros a caballo" si somos quisquillosos sería más bien arqueros en poni, eran en su mayoría tropas mercenarias de los pueblos esteparios: escitas, parnos (después llamados partos). Se equipaban con el pequeño aunque potente arco compuesto, la forma de tiro era especial ya que el tirador disparaba su arma hacia atrás mientras el animal cabalga sin tener que de detenerse. No es necesario comentar las virtudes que conlleva esta singular manera de disparar en lo que a movilidad respecta, por otra parte en general estas tropas no usaban apenas ningún tipo de protección corporal por lo que su uso principal era el desgaste y en última instancia el contacto.

Dentro de este grupo también podríamos incluir los jinetes de dromedario o de camello, aunque su funciona en el campo de batalla es calcada, su uso se limitó a las zonas donde estas bestias se utilizaron, como son la Bactria, Egipto y oriente próximo.
Hippeis
La caballería griega en su concepción clásica no era la más poderosa del mundo, pero su calidad tampoco era despreciable.
Los hippeis son la caballería clásica griega y conforman una aceptable caballería media.
Estaban equipados con armadura de lino, yelmo ático, lanza y xyphos (y escudo en algunas ocasiones) y, al ser reclutados entre oligarcas y nobles, contaban con una buena disciplina.
Las monturas eran importadas de las regiones norteñas de Tracia y, aunque no eran espectaculares en relación a caballos de otras regiones, sí eficaces.

Algunas unidades de hippeis se hacían acompañar por prodromoi era infantería ligera equipados solo con una simple espada corta o daga que seguían en la carrera a los jinetes muchos agarrados de la colas de los caballos y que conferían a la unidad de caballería un plus a la hora del choque.

Agêma
El agêma era la caballería de choque en los ejércitos de los estados Sucesores. Su equipo y entrenamiento eran superiores. Sus monturas fueron ganando protección en el transcurso del periodo.
Sus cascos estaban decorados con plumas o penachos para ser distinguidos durante la batalla. Como armamento utilizaban la xyston (una larguísima lanza de caballería) y una kopis espada larga de aspecto similar a la falcata íbera (bueno, de hecho es al revés es la falcata la que se parece a la kopis). Utilizados como caballería de choque, su sola carga podía decidir el curso de una batalla.

Kataphractoi
Después de sufrir severos reveses de manos de partos y armenios, los Estados Sucesores de Seléucia y Bactria produjeron su propia versión de esta espectacular caballería pesada adaptándola al estilo griego y usando su superior tecnología para hacerlos incluso más acorazados.
Su armadura consistía en placas laminares, malla y acolchado en el interior. El resultado era una protección sólida pero "flexible".
Las monturas, como en el caso de los compañeros, estaban acorazadas en mayor o menor medida.

En lugar de los famosos mazos partos, los cataphractos helénicos estaban equipados con largos xyston.
Años más tardes, y también tras sus derrotas frente a los partos, también los romanos terminarán desarrollando sus propios cataphractos y clibanari.

Carro falcado

El carro falcado o carro escita (los escitas de esta época habían abandonado su uso hacía tiempo) es en este periodo un fósil de tiempos pretéritos que siguió siendo empleando por los ejércitos seléucidas. Consiste en una cuadriga de caja cuadrada guiada por un único auriga, con hojas y cuchillas tanto en los ejes como en la parte delantera. Su única función consistía en una carga concebida para romper la formación enemiga. Cuentan con un gran atractivo visual y su principal punto fuerte es el valor psicológico, es un tipo de tropa altamente sacrificable (su valor VD es 0) y de poco valor táctico ¡Pero que miedo le dan a los contrarios! 
   

Elefante

Los primeros elefantes indios (3’5m hasta la cruz) de guerra entraron en los campos de batalla helénicos durante las conquistas de Alejandro Magno hacia el 325 a.C. Los ejércitos macedónicos se los habían encontrado pero no habían sido empleados de forma adecuada por los persas. No fue hasta la batalla de Hisdaspes 327 a.C. en la que el ejército alejandrino tubo que enfrentarse a una colosal fuerza compuesta por doscientos paquidermos del ejército indio y que apunto estuvieron de derrotarle. A partir de ese momento el elefante entró a formar parte del arsenal de los sucesores.

El elefante de guerra llevaba un mahout cuidador y guía del animal. En algunos casos uno o dos jinetes equipados con lanza o arco. Su uso principal consistía en el choque. El efecto de los elefantes era principalmente psicológico y especialmente eficaz contra los caballos que se espantaban solo con olerlos.


Ilustración de Angus Mcbride
Se sabe que los ptolomeos al igual que los cartagineses y númidas usaron una variante de paquidermo africano de menor talla (2’5m hasta la cruz) con un mahout. Pero que enfrentado a sus parientes orientales tenían las de perder como sucedió en la batalla de Rafia 217 a. C.         

Una vez los elefantes se extendieron por los campos de batalla comenzaron a aparecer tácticas para contrarrestarlos, así pues se doto a las bestias de unas torres ligeras colocadas a la espalda del animal ocupadas por dos o tres guerreros con lanza larga y arcos. En algunos casos se optó por blindarlos con armaduras, también aparecieron tropas especializadas tanto para protegerlos como para eliminarlos equipadas ligeramente.

El principal problema en el juego es su valor de disciplina C, y que al ser espantados pueden hacernos un hueco en nuestra línea con su alocada huida, Así que hay que usarlos adecuadamente.  

Balista

Este tipo de armas habían sufrido un estancamiento notorio desde el S VI a.C. pero durante las campañas de Alejandro como el sitio de Tiro 332 a.C. y los esfuerzos de Cartago por conquistar Sicilia habían devuelto la importancia de estas máquinas en los asedios. En el periodo que nos ocupa las máquinas de guerra como la catapulta idéntico al posterior scorpio romano o el gastraphetes un tipo de ballesta grande de uso personal.
Modelo de catapulta posible en campo abierto 
Tuvieron una discreta aparición en los campos de batalla debido a las dificultades a la hora de emplazamiento, transporte y mantenimiento no se conoce ninguna batalla en la que actuasen de forma decisoria. Tan solo la Liga Phocea, anterior al periodo que nos ocupa, hizo un uso generalizado aunque ni mucho menos similar a una artillería del S XVIII. Estas eran máquinas similares a la ballesta medieval pero de gran tamaño, las palas se accionaban mediante torsión de fibras vegetales, de crin de caballo o de pelo humano y lanzan proyectiles a una distancia de 180m ya sea dardos de 1m o piedras de 5kg. Para los asedios había artefactos descomunales capaces de lanzar balas de 120kg pero que no tenían lugar en un campo de batalla.     

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