viernes, 24 de enero de 2014

TÁCTICAS PARA DUMMIES


Durante la última partida de nuestra campaña el jugador macedonio (Alberto) me confesó que no conocía los diferentes tipos de planteamientos de batalla a nivel táctico, por lo que me dio la idea de escribir este artículo.
Lo tratado a continuación revisa las formas más comunes de despliegue y planteamiento de batalla, hay que tener en cuenta que los despliegues descritos no son en absoluto una garantía de victoria, pues son muchos los factores que intervienen durante la partida, no se ha tenido en cuenta en la mayoría de casos los elementos de escenografía o las características de algunos ejércitos que podrían desbaratar la eficacia del mismo.
Pese a la simplicidad y el carácter divulgativo de este artículo puedo afirmar que todos ellos son verídicos, por lo que en algún momento de la historia han sido utilizados, eso sí, también he sido cobaya y los he testeado en partidas de Impetvs con mayor o menor fortuna, y por supuesto son aplicables a cualquier reglamento.

ORDEN EN TENAZA
Este despliegue es técnicamente el más sencillo de aplicar y tuvo gran difusión durante las guerras del mundo clásico como por ejemplo en las guerras púnicas, Aníbal Barca el archiconocido general cartaginés la utilizó de forma magistral en la batalla de Cannas 216 a.C. y durante la Edad Media destacando la maestría en su uso por parte de Gengis Khan y sus mongoles en la batalla del Indo en 1221.
Se presenta de la siguiente manera: Se divide el ejército en tres cuerpos, en el centro se colocan las unidades de infantería o tropas más ligeras y a ambos lados (ligeramente rezagados) las alas, desplegaremos la caballería o otras unidades con alta capacidad de choque.
Cuando el enemigo avanza hacia nuestro centro las alas se mueven rápidamente hasta superar la línea enemiga con el fin de cerrar la tenaza sobre el enemigo que queda rodeado por nuestra fuerza y atacado por los flancos.
Para poder realizar el orden en tenaza tenemos dos opciones: Por un lado organizar un ejército numeroso, lo cual baja la calidad de las tropas o formar un ejército en una línea muy fina para poder efectuar dicho envolvimiento, ambos métodos tienen sus pros y contras, aunque en lo fundamental este despliegue requiere principalmente mantener al ejército enemigo en el interior de la tenaza ya que las unidades que no hallan sido envueltas pueden arremeter contra nuestra débil retaguardia.
El primer esquema es una tenaza, el segundo corresponde a una punta de lanza y el tercero es un orden escalonado

ORDEN OBLICUO O EL YUNQUE Y EL MARTILLO
Consagrado por el famoso Federico el grande y aplicado magistralmente en la batalla de Leuthen 1757, aunque fue mucho antes cuando el divino Alejandro Magno, por poner otro ejemplo, la aplicó en el Gránico 334 a.C en una variante similar bautizada como yunque y martillo. También es apto para fuerzas de pequeño tamaño o de periodos anteriores al monarca macedónico, de hecho, los griegos practicaban una forma adaptada de este despliegue.
La ejecución del mismo se realiza de la siguiente manera: En una de las alas del ejército, es indiferente cual (para los helenos el ala derecha era la honorífica y por tanto la más fuerte) se coloca las unidades más duras en un orden muy agresivo.
Estas tropas de categoría superior y altamente agresivas rápidamente se lanzan a desmantelar el flanco enemigo que tienen enfrente, barriéndolo desde el exterior hacia el interior intentando atacar la retaguardia o el flanco, mientras el resto del ejército desplegará de forma escalonada, ligeramente retrasado y disparará o combatirá con la única intención de retener al grueso de nuestro enemigo, mientras como se a dicho, es desbordado por uno de sus flancos y atacado por su retaguardia por lo más selecto de nuestra fuerza.
Como flaqueza si nuestras unidades atacantes se demoran en exceso o se encuentran con un número demasiado elevado de tropas especialmente defensivas, la oblicua corre el riesgo de ser desbaratada. A titulo personal he constatado que es una táctica especialmente rápida tanto en la victoria como en la derrota, pues en los primeros compases de la contienda podemos dilucidar si esta funcionará. Personalmente creo que el problema estriba en que una vez desplegado el ejército es muy complicado rehacer el frente, hay que seguir el plan con determinación porque si dudamos o nos demoramos nuestro enemigo aprovechará para atacar.

ORDEN DE PUNTA DE LANZA
Este despliegue es eminentemente ofensivo centra su potencial en quebrar el frente enemigo justo en el centro los romanos republicanos apodaban este despliegue como morro de cerdo. Y como muestra de esta táctica fue la batalla de Pavia en 1525 o Murten en 1476.
La disposición es la siguiente: Se coloca en el centro una o más Us grandes de elite con un gran potencial ofensivo cuya función es partir la línea enemiga por el centro, una vez rota se ataca la parte posterior de las unidades adyacentes, mientras el resto del ejército compuesto por Us ligeras o de tiradores hostigan al enemigo.
Este orden de batalla es apto contra enemigos con escasez de movilidad y sobretodo de armas de disparo, aunque el principal inconveniente es que la fuerza de choque sufra más bajas de las debidas antes del cuerpo a cuerpo, como ocurre con el orden oblicuo o no sean capaces de romper el frente y desbordarlo.

ORDEN ESCALONADO
Usado masivamente por las legiones de roma con el nombre de triples acies, este despliegue esta pensado fundamentalmente para las tropas de infantería; El máximo exponente lo llevó acabo el genial Lucio Cornelio Escipión en la batalla de Zama en el año202 a.C en la que se ganó el sobrenombre “el Africano”.
El ejército despliega en varias líneas de frente consecutivas, si es al estilo latino tres concretamente, la caballería, se coloca en las alas, dedicada a la función de evitar el envolvimiento. En sí el orden escalonado despliega igual que el clásico con la salvedad de que la impronta del ataque lo lleva la infantería en el centro, la caballería por el contrario está exclusivamente para apoyar y generalmente actuará en los últimos compases de la batalla. Las sucesivas líneas de infantería se colocan en formación de bloque, primero las unidades de tiradores u hostigadores y tras ellos otras equipadas de forma más pesada y de mayor clase. Este es un orden divertido de aplicar pues la batalla tiende a alargarse a medida que las sucesivas líneas van entrando en combate. Los problemas vienen cuando nuestro enemigo es especialmente escurridizo o se dedica a actuar tan solo en un sector del frente, debido a nuestra escasa movilidad no somos capaces de contrarrestar este problema y en caso de hacerlo podemos dejar un flanco visible a una demoledora y rápida carga de caballería.

ORDEN MIXTO
Sin duda el despliegue más utilizado por todos los wargamers de historia antigua. En el campo de lo verídico nunca fue utilizado de forma masiva o por lo menos no se describen, un caso posiblemente sea la desigual batalla de Agincourt en 1415 aunque los historiadores no se ponen de acuerdo respecto al despliegue; lo cierto es que si el despliegue inglés fue en orden mixto lo fue por una cuestión desesperada. Así pues este orden se efectúa principalmente por ejércitos de pequeño tamaño y generalmente en el marco de las guerras feudales o de la Alta edad media.
El orden mixto como la ensalada tiene su mayor virtud en la mezcla, en un orden indeterminado o salteado, es decir se va colocando las diferentes unidades, una al costado de la otra para apoyarse y tras estas generalmente las unidades más fuertes. Es un despliegue bastante intuitivo. He constatado que la gran mayoría de los novatos en su primera partida lo hacen así. No por ello deja de ser útil y eficaz, no es tan vistoso como la oblicua o la punta de lanza en la que el táctico corre un riesgo al desplegar, sino más bien la batalla se resuelve tácticamente a medida se va sucediendo el juego. En algunas ocasiones puede conllevar un frente difuso en que las unidades chocan las unas con las otras apoyadas por sus compañeras y a medida que van eliminando unidades enemigas corren a por otra.

ORDEN DISPERSO
Conocido también como orden de desgaste y empleado por ejércitos compuestos principalmente por unidades de hostigadores y tiradores, tuvieron su mayor expresión en las huestes orientales de turcos, tártaros, hunos pero también por iberos, numídas o partos. Aunque su eficacia en el juego esta más que contrastada provoca un frente en el mejor de los casos difuso. La táctica consiste principalmente en negar el mismo frente, hostigar a nuestro enemigo con infinidad de unidades que van realizando cargas breves, evitando el choque y acosando incesantemente con disparos todo casi al unísono, como es lógico esto se logra con una gran capacidad maniobrera y evitando resultar encerrados en una tenaza o un choque cuerpo a cuerpo en el que seguro nuestro rival tendrá las de ganar, así pues el choque final se guarda para los últimos compases de la batalla.


ORDEN EN POSICIONES PREPARADAS
Si el orden disperso es el más móvil el de posiciones preparadas es sin duda el más estático, utilizado por cualquier ejército sin demasiada capacidad de movimiento y especialmente aquellas fuerzas que posean armas de distancia. Los husitas de Zizka eran maestros en este tipo de despliegues gracias a sus carromatos con armas de tiro a modo de fortaleza móvil como demostraron en la batalla de Hörice en 1422. También generales más agresivos como Oda Nobunaga en Nagashino en 1475 que aplicó esta táctica contra el asalto de la caballería del clan Takeda y Gonzalo de Córdoba “El Gran Capitán” que demostró su eficacia en Ceriñola 1503; Aunque no es seguro de victoria como nos enseñaron los suizos en Murten en 1476.
La táctica es bien sencilla: Echar raíces y agarrarse al terreno. Situando en nuestra línea de frente una pantalla protectora ya sea artificial, como carros, estacas y trincheras, entre otras muchas opciones; o naturales como accidentes del terreno, estado fangoso del suelo, un río, una fuerte pendiente jalonada de pedruscos; lo que sea con tal de ralentizar el avance enemigo y desordenar sus filas antes del contacto. Es decir se busca la posición más defendible posible, el resto del ejército preparado para el choque se sitúa en reserva y espera hasta que el enemigo haya sido desgastado o este a distancia de carga, si son ambas cosas mejor.
El principal problema radica en que el enemigo cuente con más potencia de disparo o que lo pueda hacer desde más lejos, lo cual es un inconveniente ya que nos obligaría a movernos de nuestras cómodas posiciones, también puede ser problemática una caballería especialmente potente a la carga, aunque esto se puede contra restar con una masificación de fuego sobre esta a fin de eliminarla cuanto antes.

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